Si alguna vez has pintado algo, como una pieza de mobiliario o una pared, solo para ver baches o rasguños bajo la pintura, probablemente te hayas sentido frustrado. Esto ocurre cuando la superficie que estás pintando no es suave
Con todo lo que ahora sabes sobre el papel de lija húmedo, podrías estar preguntándote si esta es la opción correcta para tu proyecto. Si estás trabajando con una superficie que es excepcionalmente rugosa o irregular y quieres pulirla, el papel de lija húmedo es tu mejor apuesta. ¡Puede desempeñar un papel fundamental para lograr el acabado que deseas!
Otros están preocupados por que, si se utiliza papel de lija húmedo, el proceso de lijado podría causar daños al empapar la madera u otra superficie sobre la que se esté trabajando. ¡Esta es una preocupación válida! Si estás pintando madera y usas demasiada agua, esto podría hacer que la madera se deforme o pudra. Pero esto no debería ser un problema siempre y cuando estés usando el papel de lija correctamente, lo que significa que no lo estás empapando con agua.
Una preocupación relacionada es que el lijado húmedo puede ser un proceso sucio. Esto puede volverse desordenado, especialmente si tu espacio de trabajo es pequeño. ¡Pero hay trucos para mantener el desorden bajo control! Por ejemplo, podrías lijar sobre un balde de agua, lo cual puede atrapar el polvo y los residuos que se desprenden. Otro: extiende una sábana vieja o un plástico para proteger el suelo y atrapar cualquier desorden que pueda caer.
Y si decides que el papel de lija seco es lo adecuado para tu proyecto específico, aquí tienes algunos consejos esenciales a tener en cuenta. Primero, asegúrate de seleccionar la lija con el grano adecuado. El número de grano indica la rugosidad del papel. Un número de grano más alto, que puede estar entre 80 y 1000 o más, indica